miércoles, 17 de octubre de 2007

Historia de Club Atletico River Plate


1931-1939: Nacen los Millonarios

Con la instauración del profesionalismo en el fútbol argentino en 1931, River Plate se convirtió en la institución más importante del país y un modelo a copiar en el mundo. Tenía el número más elevado de socios: 14.900, un estadio de lujo situado en las avenidas Alvear y Tagle, en Palermo, y un porvenir glorioso.

Con la compra del wing derecho Carlos Desiderio Peucelle por 10 mil pesos se ganó el mote de ¨Los Millonarios¨, y revolucionó el mercado de pases. En el primer torneo finalizó tercero pero en 1932 invirtió 105 mil pesos en la adquisición de varios jugadores y atrajo a multitudes a los estadios al ritmo de su primer título profesional.

El gran Bernabé Ferreyra (pagado en 35 mil pesos) causó una conmoción en el fútbol argentino y con él, River formó un gran equipo. La Fiera -asi lo llamaban a Bernabé- fue el goleador del campeonato con 43 conquistas (19 más que el segundo). River, que era dirigido por Víctor Caamaño, igualó en la primera posición con Independiente por lo que tuvieron que disputar un partido desempate en cancha de San Lorenzo, que finalizó por 3 a 0 a favor de River.

La primera victoria de River Plate sobre Boca Juniors en el profesionalismo fue en el campeonato de 1933. El Millonario no había hecho una buena campaña pero con ese triunfo por 3-1 sobre su clásico rival en la última fecha, se dio el gusto de impedirle a Boca lograr el título.

En 1935 volvió a dar la nota en lo que se refiere a transferencias y pagó 37.500 pesos por el mediocampista de Gimnasia y Esgrima La Plata, José María Minella. Además, surgieron del semillero dos futuras estrellas: José Manuel Moreno y Adolfo Pedernera, piezas clave para la conquista del primer bicampeonato (1936-1937).
Por la tercera fecha del Campeonato de 1936 River derrotó por primera vez a Boca como visitante, con un 3 a 2. También lo venció en Alvear y Tagle, con lo que consiguió postergar a su eterno rival en los dos partidos del año. El equipo de Emérico Hirschl se adjudicó el título tras vencer a San Lorenzo por 4-2 en cancha de Independiente.

El del 37 lo consiguió con una eficacia del 85 por ciento, obteniendo 31 de los 34 puntos en juego durante la segunda rueda. La figura estelar y goleador del equipo fue Moreno, un jugador muy completo que es considerado por muchos como el mejor de la historia. Era el último campeonato en la cancha de la avenida Alvear.
El 25 de mayo de 1938 River concretó un sueño: la inauguración del Estadio Monumental, junto al Río de la Plata, en un partido que finalizó 3 a 1 frente a Peñarol de Uruguay. También se mantuvo invicto en el Superclásico: 2-1 como visitante y 2-2 en Nuñez.

1939 sería el año que marcó el retiro del primer gran ídolo de la institución, Bernabé Ferreyra, quien convirtió 187 goles en 185 partidos, y el debut de Ángel Amadeo Labruna, acaso el máximo ídolo de la historia del club.
Una etapa con tres títulos, grandes compras y nuevas figuras fabricadas desde el semillero. El modelo siguió a lo largo de los años con más laureles.

1940-1949: La era dorada

Los años brillantes del club fueron durante la década del 40, en la cual los formidables teams de River Plate se vistieron de gala y pasearon su elegante fútbol por todas las canchas del país.

El título de 1941 se lo adjudicó relegando a San Lorenzo por cuatro puntos. El conjunto entrenado por Renato Cesarini fue tomando forma con la inclusión en el centro de la delantera de Pedernera, por pedido exclusivo de Carlos Peucelle, un visionario del fútbol. Además, goleó a Boca por 5 a 1 en Núñez y se consagró campeón en cancha de Estudiantes de La Plata al ganar por 3-1.

Al año siguiente apareció ¨La Máquina¨, el mejor equipo del profesionalismo, que se coronó ganador del Torneo en la Bombonera con el empate en dos tantos (ambos de Pedernera) tras ir en desventaja de dos goles y con un hombre menos. Anteriormente, ya lo había derrotado en el Monumental con 4 a 0 categórico.

Ése fue el equipo más brillante de todos los tiempos, tanto en lo colectivo como en lo individual. Hacían bailar a los contarios con su famosa delantera integrada por Juan Carlos Muñoz, José Manuel Moreno, Adolfo Pedernera, Ángel Labruna y Félix Loustau.

Labruna fue el goleador del Campeonato 1943 con 23 tantos, año en el que River fue subcampeón y en el que le ganó como local a Boca Juniors por 3 a 1. En 1944 Moreno y Bruno Rodolfi -centre half de La Máquina- se fueron a México, hecho que permitió la incorporación de un volante central de lujo, Néstor Rossi, que venía de las divisiones inferiores.

Los 25 goles de Labruna (goleador del año) en 1945 ayudaron al equipo para la obtención de otro campeonato, el sexto hasta ese entonces. Además, ganó nueve partidos al hilo y luego venció a Boca por 1 a 0 en Núñez. Ya para 1946, se produjo un hecho destacado: la vuelta del ¨charro¨ Moreno al club. 40 mil espectadores colmaron el estadio de Ferro en el partido que finalizó River 5 - Atlanta 1, con tres goles de Moreno. Aquella tarde, el público ingresó al campo de juego debido al derribe de los alambrados y a la euforia desatada.

El gigantesco delantero Alfredo Di Stéfano apareció como goleador en el año 1947, en el cual River obtuvo nuevamente la gloria de ser campeón. Sus 27 tantos lo convirtieron en el máximo artillero y fue muy bien secundado por Labruna, Moreno y Loustau. También, derrotó a Boca por 2-1 que fue subcampeón.
La hegemonía riverplatense se diluyó al final de la década pero hubo sucesos importantes en la misma, como los triunfos frente a Boca, primero en La Bombonera en 1948 y luego en Núñez en 1949 por 1 a 0 con gol de Labruna -máximo goleador en la historia de los Superclásicos con dieciséis anotaciones-.

La del 40 fue la década dorada de la Institución Millonaria, la de los mejores conjuntos, los más exquisitos y brillantes. Además del poder ofensivo, varios defensores sobresalieron es esa época, tales casos de Yácono, Vaghi y Ferreyra. Aquella delantera de la Máquina no tuvo la posibilidad de disputar Copas del Mundo ya que las guerras impidieron las previstas para 1942 y 1946. Los próximos períodos también serían envidiables.

1950-1959: El apogeo total

La inolvidable década del 50 será siempre recordaba por la increíble marca que establecieron los equipos de River Plate, que lograron cinco títulos en seis años. De no haber sido por 1954 -año en el cual se cortó la racha triunfadora- el récord se mantendría aún vigente.

En 1950 los dirigentes compraron al delantero uruguayo Walter Gómez, un goleador muy guapo y habilidoso, en 750 mil pesos. Nuevamente, venció a Boca en los dos partidos del año, con sendas actuaciones brillantes del arquero más grande de la historia del club, Amadeo Raúl Carrizo.

A partir de 1951 comenzó a gestarse el gran team que luego dominaría la década, con la compra del wing derecho Santiago Vernazza (goleador del año con 22 conquistas). Ese mismo año River desarrolló una gira ilustre por Europa que dejó seis victorias, siete empates y tan sólo una derrota. Además, uno de los triunfos fue ante el Manchester City por 4 a 3 y de esta manera, el conjunto dirigido por José María Minella se convirtió en el primer equipo argentino en ganar en Inglaterra.

Ahora sí, con Vernazza, Eliseo Prado -un volante del Semillero-, Walter Gómez, Labruna y Loustau en la delantera, River se encaminaría a un nuevo bicampeonato (1952-1953). Carrizo en el arco y delante de él, Alfredo Pérez, Lidoro Soria y Yácono. Y en el medio jugaban Julio Venini y Héctor Ferrari.

Pese a no haber salido campeón en 1954, derrotó en los dos cotejos a Boca Juniors: 1-0 en la Boca con gol de Prado y goleada 3-0 en Núñez. A su vez, River era el club que contaba con mayor cantidad de socios, 61.577.

Para 1955, repatrió a Néstor Rossi y contrató al zaguero Federico Vairo. Labruna era el conductor y goleador del equipo y estaba muy bien auxiliado por Enrique Omar Sívori. Ese año, se coronó campeón en La Bombonera tras vencer a Boca por 2-1 con goles de Labruna y Roberto Zárate.

Lanús fue, curiosamente, el rival a vencer en 1956. Faltando seis fechas para la conclusión del torneo, River lo derrotó 3-1 en el sur y se mantuvo arriba. En la primera rueda había ganado el superclásico por 2 a 1.

River Plate logró su primer tricampeonato de la historia en 1957, y con él, cerró un ciclo increíble. El último pergamino de la década del 50 consagró a Zárate como goleador absoluto con 22 tantos. Otro hecho importante fue la goleada por 5 a 3 sobre Boca en la vigésima quinta jornada en Núñez con gran labor de Labruna.
Durante esos tres años de reinado absoluto se mantuvo invicto en el Monumental, superando la marca de Banfield de 49 partidos y desplegando un poderío categórico dentro del fútbol criollo.

A partir de ahí, comenzó la historia negra de la institución que se prolongaría durante dieciocho largos años y muchos sinsabores. Nuevamente, el cierre de la década (como las dos anteriores) no fue el ideal para el club, que jamás pensó que la racha nefasta duraría tanto tiempo.

El 12 de octubre de 1959 Ángel Amadeo Labruna se retiró del fútbol profesional a los 41 años. Su trayectoria en River fue excepcional con 292 goles -primero en la historia del club- en 514 partidos. Regresaría como entrenador.

1960-1969: La década maldita

Sin ningún lugar a dudas, la década del 60 fue la más funesta en la historia del club, en la cual River no logró ni un solo campeonato y se quedó con varios segundos puestos. Fue una época basada en la búsqueda del ¨fútbol espectáculo¨.

En 1960 el presidente Antonio Vespucio Liberti decidió pagar la cifra récord de 2.500.000 pesos por José Varacka, entre otros jugadores. Pese a las importantes inversiones, River se quedó con el segundo lugar, detrás de Independiente.
La gira que realizó River Plate por Europa en 1961 fue muy exitosa, ya que derrotó al Real Madrid de Alfredo Di Stéfano y a la Juventus de Enrique Omar Sívori. Un año más tarde, le ganó al Santos de Pelé en el Monumental por 2 a 1.

También en 1962, y con la contratación de Luis Artime -goleador del torneo con 25 goles-, los Millonarios se quedaron de nuevo con el segundo puesto. Pese a eso, venció a Boca en Núñez por 3-1, tras convertir tres goles en cinco minutos.
River ganó la primera rueda del Campeonato 1963, pero el título se lo llevó finalmente Independiente. Artime fue el máximo artillero con 25 conquistas. Otro gigantesco producto de la cantera riverplatense fue la figura estelar del equipo y de la década, Ermindo Ángel Onega.

Nuevamente, River estremeció el mercado de pases tras pagar la increíble suma de 33 millones de pesos por el uruguayo Matosas, además del otro oriental Cubilla. Pese a eso, la sensación fue el juvenil puntero izquierdo formado en el club, Oscar Más.
Otros dos subcampeonatos obtuvo el club en 1965 y 1966. En el primero había ganado la primera rueda y luego decayó en la segunda y en 1966 no pudo frente al Racing Club de Juan José Pizzuti, al que venció y le cortó una racha de 39 partidos invicto. Además, ganó en la Boca después de doce años por 3 a 1.

En 1966 llegó a la final de la Copa Libertadores de América en su primera participación y la perdió frente a Peñarol de Montevideo por 4-2 en Chile, tras ir con una ventaja de dos tantos. Daniel Onega, hermano de Ermindo, con 17 tantos se convirtió en el jugador con más goles en la historia de una edición de Copa.
El 23 de junio de 1968 se produjo la mayor tragedia en la historia de nuestro fútbol: 71 personas murieron, en su mayoría por asfixia, y otras 66 resultaron heridas después de un River-Boca en el Monumental. Ese mismo año, el conjunto de Núñez se quedó nuevamente en la puerta de otro campeonato. Una grosera mano del jugador Gallo de Vélez Sarsfield (ignorada por el árbitro Guillermo Nimo) que tenía destino de red, impidió el festejo.

El 22 de diciembre de aquel 1968 se retiró del fútbol grande Amadeo Carrizo tras participar en 521 encuentros (récord histórico del club), atajar 18 penales y lograr siete títulos. Tenía 42 años.

Nuevamente, en 1969 fue subcampeón en los Campeonatos Metropolitano y Nacional. Chacarita y Boca fueron los verdugos en estas ocasiones.

1970-1979: El despegue definitivo

Los años del 70 marcaron un antes y un después en la vida de River Plate. A partir del bicampeonato de 1975 se consolidó como el club más importante y ganador del país y aventajó a sus seguidores por varios cuerpos.
El Metropolitano de 1970 lo terminó perdiendo en manos de Independiente por un gol de diferencia. Para el Nacional de ese mismo año, asumió a la dirección técnica el brasileño Didi, impulsor del famoso ¨jogo bonito¨. Didi ascendió a varios juveniles del semillero que luego serían piezas vitales a lo largo de los años, como los volantes Juan José López y Norberto Osvaldo Alonso.

En 1971 River derrotó a Boca en el Metropolitano por 2-1 en cancha de Racing Club porqué tenía su estadio clausurado. También lo doblegó por 3 a 1 en el mismo escenario por el Nacional, en un recordado clásico debido a que River jugó con varios jóvenes frente a los experimentados boquenses.

El superclásico más impresionante y cambiante de la historia se disputó el 15 de octubre de 1972 en cancha de Vélez, por la primera fecha del Nacional. Fue victoria millonaria por 5 a 4 tras remontar una desventaja de 2-4. También lo derrotó en las semifinales, pero en la final no pudo frente a San Lorenzo.

En 1973 y apoyado en los goles de Más (goleador del Metropolitano con 17) River venció a Boca por 3-1 en Núñez y luego 1-0 en Vélez por el Nacional. Carlos Morete (máximo anotador del Metropolitano del 74 con 18) le anotó tres goles a Boca Juniors en la victoria por 3-1 y fue un exponente del gol en los setentas.

Ángel Labruna volvió al club como técnico en 1975 para devolverle la alegría al pueblo riverplatense. River contrató a Roberto Perfumo, Pedro González -entre otros- y repatrió a Más del Real Madrid. Volvió a ganarle a Boca de visitante después de nueve años por 2 a 1 (goles de Morete y Alonso) y se llevó la primera rueda del Metro del 75 por ocho puntos. Mantuvo la ventaja en la segunda y se consagró campeón en cancha de Vélez ante Argentinos (1-0) con un equipo amateur. Por el Nacional, volvió a vencer a Boca en la Ribera por 2-1 y se adjudicó el torneo al derrotar por 2 a 1 a Rosario Central, en cancha de Newell´s, con goles de Luque y Reinaldi.
River disputó las finales de la Copa Libertadores de América de 1976 frente al Cruzeiro de Brasil. En el partido desempate perdió por 3 a 2 en Chile.
El conjunto de Labruna retomó la senda triunfadora y se asignó el Metropolitano 1977 tras vencer a Boca en La Bombonera por 2-1 con goles de Daniel Passarella -el gran capitán- y Pedro González, en tiempo de descuento.

Además, hizo nuevamente doblete en 1979 (Metropolitano y Nacional), dándole pie al segundo tricampeonato de la historia que conseguiría en 1980.

La década del 70 fue inolvidable para el público millonario, tan necesitado de una alegría. Regresó Labruna, y con él, los títulos. Las atajadas de Ubaldo Fillol, la dura defensa de Passarella, Perfumo, Héctor López y Comelles, el mediocampo de Alonso, Merlo y J.J. López, y los goles de Morete, Más y Pedro González fueron marca registrada en aquella época -además de los triunfos en superclásicos-. Todavía existía una cuenta pendiente que era la consagración internacional.

1980-1989: Llegan las copas

Hacia los inicios de los años 80, River mantenía una notoria hegemonía por sobre los demás conjuntos del fútbol argentino, pero todavía en el plano internacional no había inscripto su nombre en la lista.

Con la obtención del Metropolitano de 1980, el equipo de River de Ángel Labruna se adjudicó una nueva triple corona. Con dos goles de Ramón Ángel Díaz, un delantero zurdo, veloz y definidor, dos más del uruguayo Juan Ramón Carrasco y otro de Ortiz, River goleó 5-2 a Boca en la Bombonera. También lo venció en Núñez por 2-1 en la segunda rueda.

Para 1981, la dirigencia millonaria realizó las incorporaciones de Mario Alberto Kempes en 4 millones de dólares, Julio Olarticoechea y Américo Rubén Gallego. También el técnico era nuevo, el gran Alfredo Di Stéfano. Con un Fillol implacable y una muy firme defensa, River se alzó con el Nacional de ese año sin tanto brillo. Con un gol de Kempes en Caballito, venció a Ferro 1-0 en la segunda final y sumó su decimonovena conquista, pero sus finanzas quedaron hundidas.

1982 y 1983 fueron dos años de transición para River Plate, que necesitó desprenderse de varias de sus figuras, que habían sido la base del exitoso ciclo de 1975-1981, en el cual logró siete títulos en catorce torneos. Sin embargo, la incorporación del uruguayo Enzo Francescoli del Wanderers, el retorno de Alonso de Vélez y la contratación del técnico Héctor Rodolfo Veira fueron papeles decisivos para los años siguientes del club.

River Plate se consagró campeón de la temporada 1985/86 apoyado en los goles de Francescoli (goleador del torneo con 25 tantos) y Morresi, la solidez defensiva, con la llegada de Oscar Ruggeri, el control en el mediocampo con Gallego, Héctor Enrique y Raúl Roque Alfaro y las voladas de Nery Pumpido en el arco. En la primera rueda venció a Boca Juniors en el Monumental por 1 a 0 con un zapatazo del lateral izquierdo Alejandro Montenegro. Pero la nota la dio en la Boca en el triunfo por 2-0, que incluyó la vuelta olímpica. En esa ocasión, Alonso convirtió los dos tantos del encuentro -el primero de cabeza con la pelota naranja y el segundo de tiro libre- y fue la gran figura.

También en 1986 se adjudicó por primera vez en su rica historia la Copa Libertadores de América, superando en las finales a América de Cali, Colombia. Ya sin Francescoli, pero sostenido en las buenas actuaciones de Alonso y los goles del uruguayo Antonio Alzamendi y Ramón Centurión se abrió paso para llegar a las instancias finales, eliminando a Boca, entre otros. El gol de Funes en la segunda final hizo estallar a las 85 mil personas que colmaron el Monumental. El 14 de diciembre derrotó por 1-0 con gol de Alzamendi, tras una habilitación de Alonso, al Steaua Bucarest de Rumania en Tokio y se consagró Campeón Intercontinental de Clubes. Ahora sí, en la cima del mundo.

En 1987 River goleó por 3 a 0 al Deportivo Alajuelense de Costa Rica e hizo suya la Copa Interamericana, cerrando así un ciclo inolvidable. Ese año, se retiró Alonso en un partido homenaje ante 80 mil almas riverplatenses, en Núñez.
Con Reinaldo Merlo como técnico, River se encaminaría hacia una nueva consagración en la temporada 1989/90 y seguiría reinando en el fútbol local.

1990-1999: Campeón del siglo

La década del 90 fue la más ganadora en la historia de River Plate con títulos nacionales e internacionales. La clave del éxito estuvo en la contratación de técnicos que pasaron por el club como jugadores, los cuales promovieron a muchísimos nuevos talentos de la fábrica de cracks de River, el semillero.
Daniel Alberto Passarella asumió a la dirección técnica a principios de 1990 y en su primer campeonato llevó al equipo hacia una nueva consagración. La temporada 1989/90 se la quedó River gracias a los goles de Ramón Ismael Medina Bello y el gran mediocampo, integrado por Gustavo Zapata, Leonardo Astrada, Héctor Enrique, Juan José Borreli y el uruguayo Rubén Da Silva.

En 1991 retornó al club un consagrado goleador, Ramón Díaz. Con sus 14 goles (goleador del Torneo Apertura) River se alzó con un nuevo título. Fueron fundamentales para ese logro las atajadas de Ángel David Comizzo y las labores defensivas de Jorge Nicolás Higuaín, Carlos Enrique y Fabián Basualdo.
También en 1991, River llegó a las finales de la Supercopa pero fue derrotado en Belo Horizonte por Cruzeiro por 3-0 y se quedó a un gol de los penales, ya que en Núñez había ganado por 2 a 0.

El Torneo Apertura de 1993 River lo obtuvo recurriendo al semillero y Passarella tuvo mucho que ver en esto. Con Ariel Arnaldo Ortega como abanderado de los nuevos genios, las buenas actuaciones del volante Sergio Berti y los goles de Medina Bello consiguió el título en la última fecha del certamen.

En el Clausura 1994 River ganó en la Boca después de ocho años por 2-0 con una majestuosa actuación de Ortega (un gol) sobre la punta derecha del ataque. Para el Apertura, volvió al club Francescoli, quien luego se convertiría en la figura del equipo de Américo Gallego, y en el goleador del torneo con doce tantos. Aquel conjunto, que en la penúltima fecha goleó a Boca en la Bombonera por 3 a 0 con otra soberbia labor de Ortega, se convirtió en el único campeón invicto en la historia de River, con doce triunfos y siete empates.

La Copa Libertadores de América de 1996 se quedó en las vitrinas del Monumental tras el triunfo en la final ante el América de Cali por 2-0, con dos goles de Hernán Crespo. Con Ramón Díaz como entrenador, y con Francescoli, Ortega y Crespo en el ataque, River alcanzó su segunda Libertadores.

Además, hizo suyo el Apertura 1996 con un juego contundente y lujoso. Sin embargo, no pudo con Juventus de Italia (0-1) en la Copa Intercontinental.
River ganó los torneos Clausura y Apertura de 1997 (un nuevo tricampeonato) con los goles del chileno Marcelo Salas y Francescoli, y apoyado en el despliegue de Juan Pablo Sorín y la conducción de Marcelo Gallardo.

También conquistó la Supercopa 1997 derrotando en la final 2-1 a San Pablo, con dos goles de Salas, y de esta manera cerró un ciclo inigualable: cinco títulos en un año y medio. Al conjunto se lo conocía como ¨El equipo de Ramón¨.
Ya con nuevas figuras como el volante de enganche Pablo Aimar y el delantero Javier Saviola (goleador del torneo con 15 goles y tan sólo 18 años), River fue campeón del Apertura 1999, en cancha de San Lorenzo. Previamente, había derrotado a Boca en Núñez por 2-0 con goles de Aimar y Juan Pablo Ángel.

2000...

River Plate cerró la década del 90 con un título y abrió el 2000 con un nuevo bicampeonato. El Torneo Clausura se lo adjudicó bajo la dirección técnica de Gallego, quien retornó al club después de seis años. El ataque conformado por Ángel, Saviola y Aimar era un deleite para los aficionados.

El 25 de mayo de 2001 el Club Atlético River Plate cumplió cien años de vida -un siglo de gloria- y lo festejó con ¨la caravana monumental¨. Más de 40 mil hinchas de River caminaron desde el Obelisco (en el centro porteño) hasta el Monumental, transportando una bandera de mil metros. El partido ante Peñarol de Montevideo cerró una fiesta inigualable, que duró casi todo el día.

El 10 de marzo de 2002 River goleó a Boca por 3 a 0 en la Bombonera y se encaminó definitivamente hacia una nueva vuelta olímpica. Con Ramón Díaz en el banco y Ariel Ortega como líder indiscutido dentro de la cancha, River logró su trigésimo campeonato de AFA. Además, contó con las grandes presencias de los juveniles Andrés D´Alessandro y Fernando Cavenaghi (goleador del Clausura 2002 con 15 tantos).
El 29 de junio de 2003 River se alzó con su trigésimo primer título de A.F.A., al derrotar por 2 a 0 a Olimpo, en Bahía Blanca, con goles de Víctor Zapata y Diego Barrado. Con el ingeniero chileno Manuel Pellegrini como entrenador, y con muchos chicos de las divisiones inferiores, como Andrés D´Alessandro (máxima figura del torneo), Fernando Cavenaghi (goleador del equipo) y Martín Demichelis (mejor defensor), River se encaminó a la consagración después de lograr una racha de ocho victorias seguidas.

También serán recordados los primeros cuarenta y cinco minutos ante Boca (empate final en dos), la goleada por 4 a 0 ante San Lorenzo y el 4 a 3 a Lanús, en el Sur, el día que River saltó definitivamente a la punta, en lo que fue el mejor partido del certamen. Por último, la joyita de D´Alessandro en el gol ante Gimnasia y el bombazo de Zapata, ante Olimpo.
Además, fueron muy importantes Luis González, Ariel Garcé, Horacio Ameli, Eduardo Coudet y Esteban Fuertes. La frutilla del postre fue el retiro del jugador más ganador de la historia del club, Leonardo Astrada, quien dejó el fútbol con un título más.

El 16 de mayo de 2004 el equipo de Leonardo Astrada se coló definitivamente en la punta del Clausura al derrotar 1 a 0 a Boca, en la Bombonera. El gol de cabeza de Fernando Cavenaghi terminó con el invicto de Boca en la fecha catorce del torneo. River tuvo que esperara hasta la última fecha para gritar Campeón por 32° vez en su rica historia.

El 27 de junio de 2004 River Plate empató en el estadio Monumental 1 a 1 con Atlético de Rafaela y llegó al título ante 70 mil personas. Con los goles de Cavenaghi (con 9 tantos fue el goleador de River), las vueltas de Marcelo Gallardo y Marcelo Salas y el toque de distinción de Luis González y la excelente zaga central con Horacio Ameli y Eduardo Tuzzio, River fue el mejor equipo del país y estiró a doce la ventaja en títulos por sobre Boca Juniors.


Historia extraída de:
http://www.cariverplate.com.ar

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